Títeres que rigen

Y a esta hora unos despojos,
Que rigen Ajuntamientos,
Más estando de prestado,
Sus repúblicas proclaman.

Y paladines se sienten
De cruzadas contra el clero;
Y todo lo que conforma
Relación Iglesia-Estado.

Tan solo por destruir
La memoria de las gentes,
Los valores que en antaño
Dieron forma y porvenir

A un imperio que perdióse
Por tantas acometidas,
-No de enemigos mortales-
Sí, por sus mismos engendros,

Que pícanles las espuelas,
A su Nación, (su caballo).
Y sin llevarle la rienda,
Desbócanle los senderos.

Créense bravos y diestros,
Que dánse tan bien a entender
Que en arte de dar lanzadas
Pueden pasar por maestros.

Y al tiempo la plebe, el vulgo,
Heridos por batallar
Sus armas, por cuenta ajena,
Sin honra, ni algún motivo,

Lloran por un Dominio
Que ni vieron ni ganaron
En esfuerzos de tal guerra.
-Tan vana como inmoral-.

Y que deja desolada,
Sociedad, conocimiento,
Aumentando carestías,
Del valor por cual se rige

Un caballero del Reyno.
Y reniegue cierto día
De acudir a la batalla,
Gracias a la deshonra

Que en él provocan privados,
Alcaides, alguacilillos,
Concejos y algún valido;
Y España de nuevo pierda

El orden que mal le queda.
Y acentúe enfrentamiento,
De nostálgicos de bandos.

¡Que Cristo nos asistiera!

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