Chuletas a la media vuelta

Don Miguel, tomando unos vinos con el almirante, en una renombrada taberna de Jaén. Y tras acabar el encuentro entre las selecciones, del Imperio español contra la de la Mauritania Tingitana, desarróllase un pequeño incidente

Cervantes-.                               … Déjele paso almirante
A ése señor que allí viene.
No vaya a ser que se frene
Y se nos caiga delante.
Pues vése perjudicado.
Más va arrastrando las piernas.
Almirante-.                                            Un rondador de tabernas.
Fíjese que va doblado.

Y sería un contratiempo
Que estando aquí tan a gusto,
Vengan a darnos un susto
O un descalabro a destiempo.
La tarde echemos por alto
Y haya que sacar la daga,
Porque Baco cuando embriaga
Puedes temer un asalto.

Mientras tanto, adéntranse en la taberna unas damiselas, que no gastan más de 20 años, toman asiento frente al calamocano y al mismo tiempo, junto a éste, hácelo otro caballero. Y escúchase un: ¡Guapas!

Dice aquel que iba beodo,
Más ríense las doncellas
Y cierto, lo eran aquellas;
Y pronto viósele el modo.
———-
Cervantes-.                                        Ya tocóles un cansino,
Un Don Juan a lo Zorrilla,
Un moscardón, pesadilla,
Que viene sopado en vino.
Almirante-.                                       Espere, que va otra vez
A la carga nuevamente.
Cervantes-.                                 Si es que, claro, están enfrente,
Mire que salto. ¡Pardiez!

En estas que un nuevo personaje interviene en la conversación

Desfacedor de entuertos-.                                            Oiga deje a las mozuelas,
No ve que está molestando.
Cervantes-.                                                       Mire, estáse rodeando.
Almirante, ‘pique espuelas’.
Y… suena una guantada que hizo eco en Albacete
Almirante-.                                                            Yo no quiero ni mirar,
Es más, que doyme la vuelta.
Y vuecé, si viene, advierta.
Que no vállame a pillar

Tal gañán desprevenido;
Y tengan que hacerme misa.
Porque a mí dame la risa
Ante aqueste sinsentido.
Y échome ya el herreruelo
Raudamente y con presteza,
Encima de la cabeza.
Y voy a rezarle al cielo

Para que no me confunda
Con una saca, una bota,
El animal de bellota,
Tocándome la segunda
Intervención, Dios me guarde.
Ya que dame un galletón
Y han de coger un bidón;
Y meterme media tarde

Los pies en agua con nieve,
Para que el riego me fluya
Y así se me restituya
El cerebro, todo, en breve.
Cervantes-.                                      Pues mire lo que le digo.
Que yo tampoco entro al lance,
Que puedo sufrir percance
Y encima tanto testigo.

Bébase el vino almirante
Y vamos a otra taberna.
Almirante-.                           Una hay que no es moderna
Sin follones, Dios mediante.
Cervantes-.                                      Si cerca está la capilla,
Es resbaloso el camino.
Pero si hay que beber vino,
Vamos de Rusia a Sevilla.

Gracias

Deja un comentario